martes, 8 de diciembre de 2009

La sinergia de los pájaros



Te ví tweeteando en una fiesta. Me gustó tu sonrisa y tu pelo, que caía brillante y negro por la frenta hasta cubrirte las cejas. Compartimos posts y comentarios esa noche. Con lápices de colores dibujamos nuestros sueños sobre los cuerpos de los sofisticados invitados. Terminamos el catering, matamos al pez que había servido de cena, le sacamos los ojos y nos bebimos todas las copas. Me levantaste séis veces y a la séptima el edredón terminó en el suelo y la lámpara rota.

Ahora eres follower, quedamos para comprar y nos hacemos un tumblr cada vez que coincidimos. Tus post nunca llegan al final, aunque yo el último lo escribí en mayúsculas.

Las redes sociales son un invento reciente.

Como los peces en banco o los pájaros en bandada, las masas humanas se comunican instantánea y viralmente, con breves señales que les permiten moverse rápido y al unísono.

Quizá la tecnología nos esté acercando a las más perfectas formas animales.

Tú me sigues invitando a fiestas y yo no sé si ser tu follower o volver con la manada.

Todo lo que sé es que tu y yo somos dos, punto y cero.





Madrid. 2009.


 

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