sábado, 13 de diciembre de 2008

En la orilla de una de una canción

 

 

En la orilla de una nube me he parado,

de tu oscura fantasía me he olvidado.

Subí al infierno de la realidad

sin bajar al cielo de tu boca.

 

En la acera de esta historia me he sentado,

salí sediento del pozo del pasado.

Le puse una tirita a todos mis sueños

y al cruzar la esquina te olvidé.

 

Encallado en la orilla de una nube

inundada por vertidos tóxicos de ayer,

voy limpiando lo que queda de lo que tuve,

el resto no me importa donde esté.

 

No remiendo las costuras mal heridas

de este traje que cosiste tu en mi piel.

No quedaron hilos sueltos en la despedida,

ni propinas, ni huesos que roer.

 

Sentado en el suelo del lavabo,

desnudo en medio de mi cuarto.

No paraba de pensar

que un día volverías con mi ropa.

 

En las vueltas de la vida me he encontrado

otro cuerpo donde ver brotar la miel,

y en la puerta de este bar abandonado

me han devuelto las ganas de querer.

 

No le pongo más parches a mis dudas,

ni le pago a ningún sastre por coser.

Hoy facturo piel y huesos de alta costura

y jamás pensaré en lo de volver.

 

Aquí encallado en la orilla de una nube

inundada por vertidos tóxicos de ayer,

voy limpiando lo que queda de lo que tuve,

y el resto no me importa donde esté.

 

No remiendo las costuras mal heridas

de este traje que cosiste tu en mi piel.

No quedaron hilos sueltos en la despedida,

ni propinas, ni huesos que roer.

 

No le pongo más parches a mis dudas,

ni le pago a ningún sastre por coser.

Hoy facturo piel y huesos de alta costura

y jamás pensé en lo de volver.

 

[...]

 

 

_thomacco

1 comentario:

  1. Tomás es un chico muy listo y lo sabe.
    Tomás es un chico único, con vivencias únicas y únicas espectativas, y él lo sabe.
    Tomás se piensa cosas que no son, como todos. Como que le escriban un texto como este siempre tendrá intenciones que rondan desde lo sexual, hasta lo más mental. Y lo sabe.
    Tomás es/es/es/es... Lo que él sabe.
    Y eso está muy bien. Tan bien, que hasta me da envidia y celos.
    Envidia por ser tan (y siempre en apariencia) impasiblemente débil. Por llorar de amor, por llorarle a la luna y decir "SÍ, JODER".
    Muchos quisieran, incluso yo lloro de amor y no consigo... No consigo.

    Gracias por tu texto. Al menos yo aprendo algo de él. Me gusta que estés siempre ausente. Me gusta que seas, tan sólo, ESTO.

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